

En el transitar por la lactancia materna exclusiva se hace conocido que la deposición característica del infante es de color mostaza con grumitos y consistencia semilíquida o pastosa, al hablar de la frecuencia, desde diario hasta tardar varios días resulta normal. Sin embargo, ¿cuáles cambios se deben de esperar al incluir otro tipo de alimentos en la dieta del bebé?
Una vez se inicia la introducción de alimentos sólidos, los parámetros anteriores, cuando solo se ingiere leche materna exclusiva (LME) cambian.
Posterior al inicio de la alimentación complementaria (AC), las heces del niño pueden verse afectadas por lo que ha comido, sobre todo al inicio que la capacidad de masticación del bebé no está muy desarrollada, por ello, algunos alimentos varían el aspecto de las deposiciones. Por ejemplo: las frutas y vegetales de color fuerte como la zanahoria o la sandía tornan las heces rojizo o anaranjado; alimentos laxantes pueden hacer la consistencia más blanda de lo normal y aumentar el número de deposiciones; cereales como la quinoa o chía y algunos vegetales salen casi como entraron.
En otro tenor, medicamentos tales como el hierro por igual generan cambios significativos en el color y/o frecuencia de la caca.
Es necesario tener presente que existen enfermedades que también pueden provocar alteraciones en las heces del bebé, ¿Cómo discriminar? en estos casos los cambios presentados se acompañan además de otros síntomas como:
- Mucosidad abundante en las heces.
- Dolor intestinal.
- Diarrea.
- Cambios en el comportamiento del bebé.
- Fuerte hedor.
- Aumento en la frecuencia significativamente.
- Color verde u otro muy fuera de lo cotidiano.
Ante la presencia de estos síntomas, es importante contactar a su pediatra para evaluación del bebé.
Estreñimiento al iniciar la alimentación complementaria
Lo primero es diferenciar entre qué es estreñimiento y qué no lo es. Estreñimiento es hacer caca dura, la cual sale con dolor al momento del acto. No es estreñido quien no hace todos los días, se puede pasar días sin hacer, pero si cuando se hace es blanda y sin dolor, no hay ningún problema. También, se puede hacer caca todos los días y presentar estreñimiento, porque al excretar es dura y duele.
Al llegar a la alimentación complementaria (AC), el bebé viene de una dieta basada en solamente la ingesta de leche materna, un líquido completamente aprovechado por su organismo, de fácil digestión y que deja poco o nada de residuos o desecho en el intestino. Pasa de este alimento perfecto, a consumir platos con otras características, por lo cual su sistema digestivo atraviesa un proceso de adaptación, en algunos bebés más ligero y en otros más complejo.
He aquí cuando se puede presentar un cuadro de estreñimiento en el infante, en la mayoría de los casos manejable desde la misma dieta y hábitos del mismo. Recordando que se habla de estreñimiento o constipación cuando las heces son duras y el bebé presenta dolor o incomodidad al intentar defecar.
10 Consejos para manejar el estreñimiento al iniciar la alimentación complementaria


- La introducción de sólidos se inicia de forma gradual, un alimento al día y unas tres (3) o cuatro (4) semanas después se agrega uno más, siendo la última en añadirse la cena, no antes de los diez (10) meses del bebé y a más tardar dos (2) horas antes de dormir
- Evita los alimentos con harina blanca o refinada, usar la versión integral, tanto en harinas como en cereales (con cáscara)
- Conocer los alimentos astringentes (pera, batata, arroz, zanahoria, papa) y laxantes (Brócoli, mango, aguacate, espinacas, kiwi, avena), a fin de aumentar la cantidad de fibra en la alimentación o bien hacer mezclas que favorezcan al movimiento del tracto intestinal. Las frutas siempre que se ofrezcan con la cáscara serán laxantes , ya que se convierten en excelente fuente de fibra, sobre todo aquellas con propiedades diuréticas
- Seno a demanda, previo a la comida y luego de la comida, lapso entre 30 a 45 minutos, en cada caso, a menos que tu bebé demande seno antes
- Crear el hábito de tomar agua (sobre todo después de cada comida), claro, manteniendo los niveles, pues hidratarse en exceso provoca desorden de electrolitos
- Si existen episodios de estreñimiento frecuente, evita los alimentos astringentes mientras se normaliza. Una vez se regule, al ofrecer un alimento astringente combínalo con uno laxante . Si aún estás en regla de tres y diste un alimento astringente, que el siguiente en la lista no lo sea
- Agregar aceite de oliva extra virgen o de coco en las preparaciones de sus alimentos
- Asiento de baño tibio, colocando al bebé en su bañito con agua tibia que cubra su abdomen por unos diez minutos
- Dar masajes para mejorar el movimiento intestinal
- Cuando el bebé esté intentando defecar colocarle sentado, con sus pies reposando en una superficie que le permita estén altos, evitar dejarle acostado o posición horizontal
En casos muy puntuales puede ser necesario usar soluciones rectales o supositorios. Solucionan el problema rápidamente, pero su efecto es muy limitado y, si se usan frecuentemente, la señal que envían al cerebro es incorrecta y mantiene a los bebés con una dependencia de ellos para poder defecar. Siempre que se pueda es mejor «arreglar el estreñimiento por arriba que por debajo».
La deficiencia de fibra en la dieta es uno de los factores de riesgo para el estreñimiento crónico en la infancia y se ha demostrado que su inclusión como única intervención no mejora el cuadro de estreñimiento. Por lo tanto, se enfatiza que, para prevenirlo, es necesario implementar una dieta balanceada desde el inicio, que, además de incluir vegetales y frutas, asegure suficiente ingesta de líquidos, acorde con los requerimientos propios de la edad. Además, es importante que se sigan los controles pediátricos, pues en ellos se puede detectar cualquier cambio importante en las deposiciones y puede prevenir complicaciones futuras.
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